La Razón
Michael Jackson, ¿un incomprendido
o un pervertido? Durante la última década, esa pregunta ha permanecido en la mente de sus «fans» y algunos de sus amigos, aunque sus íntimos como
Lisa Marie Presley,
Liz Taylor o
Lizza Minnelli nunca pusieron en duda su inocencia.
Todo empezó en 1993 cuando el entonces niño Jordán Chandler dijo a su psiquiatra y a la Policía que él y Jackson habían practicado sexo oral. El chico, que entonces tenía diez años, dio una descripción detallada de los genitales del cantante.
Con la muerte del cantante, al hoy adulto Jordán Chandler parece que le ha estallado la conciencia. En un comunicado difundido el 29 Junio 09 ofrece una versión completamente distinta de la que dio en el juicio: «Michael nunca abusó de mí, mentí por mi padre, lo siento Michael».
Finalmente, su caso se pactó fuera del juzgado y Jordán Chandler y su familia recibió 22 millones de dólares de la fortuna de Jackson.
Ahí terminó el caso, pero también empezó un nuevo calvario para el autor de «Thriller», ya que en esa época empezó a tomar pastillas para el dolor, las mismas que le convertirían en adicto a los fármacos.
Ahora, tal vez por remordimiento, Chandler decide contar la verdad: «Nunca quise mentir y destruir a Michael Jackson, pero mi padre me obligó a contar todas esas mentiras. Ahora no puedo decir a Michael lo mucho que lo siento y preguntarle si me perdona».