Facebook es una de las redes sociales de mayor
crecimiento en los últimos años, por eso para algunas personas resulta tan difícil
decir que no tienen una cuenta o si tiene una cuenta quisiera tenerla llena de
muchos contactos, como si esto fuera necesario para hacerla más entretenida o
para ser alguien más interesante.
Cuando las personas entran en el mundo de las
redes sociales, piensan que teniendo más contactos en sus cuentas eso los hará
ser mejores personas, más amigables, más notables y hasta más importantes, pero
olvidan que todas las personas que agregas a tu cuenta, no son tus amigos.
En la actualidad muchos jóvenes utilizan las
redes sociales como pasa tiempo, para entretenerse o quitarse el aburrimiento y
se relacionan con persona que buscan llenar esas mismas necesidades y pueden
coincidir en criterios, forma de pensar, formas de vestirse y hasta con
situaciones de índole familiar y sentimental que le haya ocurrido y ahí es
donde el más fuerte toma ventajas sobre el débil y puede llevarlos hasta
encerrarlos en un mundo del cual luego le será difícil salir.
Donde está el problema, a veces pasamos horas
con personas que no conocemos en realidad, la única información que tenemos es
la esa persona ha compartido en sus publicaciones o la que te ha dicho en
privado que no hay forma de comprobar. Y
se comparten información de donde viven, que hacen en su tiempo libre, donde
trabajan, quienes son sus familiares, comparten problemas económicos y algunos
hasta le ha ido bien, pues personas le tienen tanta pena que le envían dinero
sin ni siquiera saber si es cierto lo que le dicen.
En el caso de los jóvenes y adolescentes, que
son los más vulnerables, pues creen que quien te dedica todo ese tiempo a
escuchar tus caprichos o problemas es tu amigo, a veces solo quiere
aprovecharse de ti y conocer tu lado débil.
En algunos casos que conocemos se efectúan citas para tener encuentros
personales y ahí se han dado cuenta de que todo era un engaño.
Antes de agregar algún contacto, toma un tiempo
para ver su perfil, trata de conseguir alguna referencia sobre esa persona, no
le creas todo lo que te diga y no compartas tus informaciones personales. Tienes la oportunidad de salir de esa trampa
a tiempo, antes de que caigas en las garras de un delincuente que invada tu privacidad.