“En el momento de entrar a inmigración, tuvimos varios inconvenientes con el cónsul que nos recibió. Había una confusión con la reserva de hotel y la situación se tornó muy difícil en un momento dado.”, describe el salmista.
El personal de inmigración tomó las guitarras y comenzaron a registrar el “cargamento” que traía, bajo la sospecha de que “estaban muy pesadas para ser sólo guitarras”.
A pesar de recibir todo el apoyo por parte de Avianca, la aerolínea en que viajaba Campos, no fue posible dejarlos ingresar a Venezuela y de inmediato los devolvieron a Colombia.
“Vimos la posibilidad de contratar un vuelo Chárter para llegar a cumplir con nuestros hermanos que tuvieron que esperar bajo la lluvia en el coliseo ‘El Limón’ en la ciudad de Maracay, pero fue imposible”, cuenta resignado el autor de “Al Taller del Maestro”.
Alex Campos se compromete a planear lo antes posible un concierto en las ciudades de Venezuela.
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