jueves, noviembre 02, 2006

Marcos Witt escribe carta de agradecimiento por el apoyo recibido en la perdida de su padre.
Por Karolyn Guzmán del Rosario.

Primero que nada, quiero agradecer profundamente el detalle que han tenido de enviarnos sus palabras de amor, consuelo y consolación. Ha sido increíble ver la cantidad de llamadas, emails, cartas, tarjetas y mensajes de texto expresando amor hacia mi familia por la pérdida de nuestro papá. Mi papá fue un hombre que impactó muchas vidas. Hasta sus últimos días, lo siguió haciendo. Él tenía una pasión por que las personas conocieran a Jesús. Esa pasión fue la brújula de su mundo. Estoy seguro que muchas personas tendrán el cielo como su destino final como resultado directo de su contacto con "don Pancho", como él solía autonombrarse. Su funeral fue una gran celebración de una vida vivida con absoluta integridad. De todo el mundo asistieron. Expresaron con su presencia, sus palabras y abrazos el cariño, respeto y admiración que tenían por mi papá. Lo extraño mucho. Siempre estuvo ahí cuando lo necesité. En los momentos más difíciles de mi vida, me tomó de la mano y caminó conmigo. Estoy seguro que está feliz en su nuevo hogar, hablando con todos los patriarcas de la fe y discutiendo asuntos de teología, que fue una de sus pasiones. Sé que lo disfrutarán mucho en el cielo: su risa, sus bromas, sus comentarios llenos de humor y sus observaciones acerca de la vida en general. Sabemos que un día estaremos reunidos de nuevo con él. Esta es la gran esperanza del creyente. Un día cantaremos juntos, como familia, alrededor del trono de nuestro Señor Jesús. Por ahora, se nos adelantó. Su paso por nuestra vida quedará eternamente plasmada en nuestros corazones. ¡Fue un gran hombre! De nuevo, gracias por sus muestras de cariño y amor durante este tiempo. Con mucho afecto - Marcos Witt