El cantautor chileno Roberto Orellana continúa su trabajo arduo en favor de los niños latinoamericanos, pasión que siempre ha tenido, pero que ha institucionalizado en los últimos años durantes sus viajes por los altiplanos y montañas de la región.Hace cuatro años inauguró el primer comedor infantil en la comunidad de Lepaterique, a unas dos horas de la capital de Honduras. Aquella experiencia lejos de ser una emotiva y pasajera se acrecentó en su vida y al regresar a su casa ya sentía el deseo de volver al campo, al cual ha regresado en múltiples ocasiones con ayuda humanitaria, especialmente enfocada en la nutrición y alimentación de los niños. “Actualmente tenemos 350 niños, con miras a convertirnos en 500 para finales del mes de Agosto del presente año”.
“La música me ha permitido llegar a muchos lugares, pero aparte de ser conocido, sé que Dios me ha dado la capacidad de llegar a muchas personas y quiero utilizar ese privilegio. Por eso quiero motivar al pueblo de Dios a ir conmigo a abrir comedores a lugares donde no llegan los carros, donde a las 5:00 de la tarde obscurece porque no hay luz y donde los niños nunca han visto un televisor.
A esos lugares tenemos que llevar la comida en mulas”, expresa el cantautor chileno quien ha acuñado para su ministerio los términos “música y misiones prácticas”.Si usted desea ser parte de esta visión, o desea mas información, puede comunicarse al 954-347-4027 o vía e-mail: robwal@prtc.net o robwal@terra.com o la pagina Webwww.misionespracticas.com
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